Todos los errores de 5 estrellas de Conte sul Quirinale

Todos los errores de 5 estrellas de Conte sul Quirinale

¿Qué está haciendo Conte en el partido de Quirinale? El comentario de Polillo

La idea de nominar a una mujer para la presidencia de la república duró el espacio de una mañana. No es que fuera una proposición indecente. La otra mitad del cielo no solo tiene las cualidades, sino todos los derechos para reclamar tal posibilidad. Salvo que Giuseppe Conte, al formularlo, de una forma tan genérica que ya no podía serlo, tenía en mente algo muy diferente. Marque un puesto político. Enciérrate en un nicho para probar su existencia en vida. Triste final para el grupo político más fuerte hoy presente en el Parlamento, que, por el contrario, debería haber ejercido un papel adecuado. Relativo a su peso específico.

Desconcierto, por tanto, en la reunión de los Senadores del Movimiento, que rechazaron la propuesta de su Presidente. Sergio Mattarella ha indicado la candidatura a seguir, a pesar de la desgana de este último. Finalmente, para llegar a una especie de comisario del mismo Conde. En futuras negociaciones tendrá que contar con el apoyo de los dos líderes del grupo: Davide Crippa y Maria Domenica Castellone. Y no necesariamente ha terminado. El titular político del Movimiento tendrá próximamente otro examen, esta vez plenario, en la asamblea mixta de diputados y senadores. En resumen: la crisis del Movimiento no solo continúa, sino que, cada día que pasa, ofrece a la noticia un continuo tema de reflexión.

Para percibir su dimensión hay que ir al origen. Por ejemplo, repensar la valoración del personaje expresada por el propio Beppe Grillo, en el momento más sangriento del enfrentamiento: “no tiene visión política ni capacidad de gestión”. Este es el juicio lapidario, que en su momento pudo parecer viciado por un exceso polémico. Pero eso hoy, en cambio, parece completamente realista. El principal error de Conte fue su falta de conciencia. Habiendo pasado por alto el hecho de que él es el líder de la principal fuerza política en el Parlamento. Una condición que llevaba consigo cargas y honores. Conte descuidó lo primero y disfrutó de lo segundo.

En las relaciones políticas, el mayor grupo parlamentario siempre ha tenido la tarea de liderar las Asambleas, con el fin de asegurar la mayor eficiencia de la Institución. Es decir, debía dirigir su mayoría, pero al mismo tiempo mantener una correcta relación con la oposición, en nombre de un interés superior. Esta actitud nunca ha fallado, ni siquiera en los momentos más feroces de la historia nacional. En esta tarea, Conte se vio facilitado por el hecho de que su Movimiento, al menos en palabras, rechazó las viejas etiquetas: "derecha" o "izquierda". Al contrario, se refirió a un sano "pragmatismo", por lo que supo
diálogo con todas las fuerzas políticas presentes en el Parlamento.

Por supuesto, el desarrollo de este puesto habría requerido una serie de condiciones, que no ha sido el caso. En primer lugar, la presencia, de forma permanente, del líder en las salas parlamentarias. Es decir su elección como diputado, aprovechando las oportunidades que se le habían presentado (dimisión de Gualtieri, que llegó a ser alcalde de Roma), pero que no fueron explotadas. Quizás para evitar el riesgo de un rechazo. Clara manifestación de debilidad política. Pero incluso antes de que esto sucediera, era necesario no romper los lazos con sus aliados originales. A saber, la Liga. Y no lo hagas de la manera brutal en que ocurrió la ruptura. Ese j'acusado violento en el Senado, con Matteo Salvini, disfrazado de acusado, junto al Primer Ministro, en los banquillos del Gobierno. No solo ruptura política, sino personal.

Desde entonces, un deslizamiento lento. Con la desaparición de la posibilidad de un diálogo con la Liga, la entrega total al PD se había vuelto inevitable. A pesar de las quejas cada vez mayores de muchos parlamentarios que, al no compartir esa opción, habían optado por escapar, más o menos solitarios en el grupo mixto. Hoy la cuarta formación, en número de adherentes, tanto en la Cámara como en el Senado. De ahí la metamorfosis final: esa transformación del protagonista principal de la vida parlamentaria en un simple seguidor. Más elemento de preocupación, por parte de la propia DP, que no un sujeto autónomo capaz de orientar las elecciones de todo el Parlamento, según las reglas numéricas en las que se basa su funcionamiento.

Si solo hubiera sido una crisis de partido, aún habría sido grave, pero no decisivo. Pero esta crisis se produjo en un momento particularmente delicado de la vida nacional. Y ahí es cuando todo se complica. Si la elección del nuevo presidente de la república no se llegaba en el momento oportuno, las consecuencias no solo políticas, sino también económicas y sociales, serían impredecibles. Y las responsabilidades, no solo como evidentes, sino destinadas a acelerar la espiral de la crisis italiana. Quizás incluso deseable, si después de la tormenta hubiera un cielo despejado. Y con él el renacimiento de un país que finalmente deja atrás los venenos de una historia pasada, aún marcada por las cicatrices de la "guerra fría". Pero esa sucesión de eventos solo ocurre en la naturaleza. En política, las cosas no siempre salen bien.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/mondo/giuseppe-conte-quirinale/ el Wed, 05 Jan 2022 09:39:47 +0000.