¿Ganará la SEC una apelación contra Ripple? El ex funcionario de la SEC advierte sobre las festividades de XRP

Brad Garlinghouse de Ripple no saldrá del cuello de la SEC por las luchas de XRP en el corto plazo

La decisión altamente publicitada de la semana pasada en el caso de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) contra Ripple, promocionada por muchos como una victoria significativa contra la SEC y el presidente Gary Gensler, puede no ser el final de la historia.

El ex abogado de la SEC, John Reed Stark, advierte contra las celebraciones prematuras, señalando el terreno inestable de la decisión y la probabilidad de una apelación que podría conducir a una anulación. La perspectiva de Stark desafía la narrativa predominante que rodea la oración.

El fallo judicial en el caso Ripple clasifica la oferta de acciones de la empresa en tres categorías distintas: ventas institucionales, ventas programáticas y otras ventas. El fallo del tribunal sobre cada categoría es crucial para determinar las implicaciones legales para Ripple y sus inversores.

En cuanto a las ventas institucionales, el tribunal determinó que la venta de XRP por parte de Ripple a personas y entidades sofisticadas era una violación de las leyes de valores. El tribunal dictaminó que XRP era un valor durante estas transacciones, autorizando a los inversores a rescindirlas e imponiendo sanciones a Ripple.

Además, el tribunal rechazó el intento de Ripple de reinventar la prueba de Howey convencional mediante la introducción de una nueva prueba conocida como "Prueba de ingredientes esenciales". Además, rechazó la afirmación de Ripple de que, según el marco de Howey, una "inversión de dinero" difiere de "simplemente pagar dinero".

En el caso de ventas programáticas, donde XRP se vendió al público en intercambios de activos digitales, el tribunal dictaminó que XRP dejó de ser un valor una vez que se vendió de forma anónima a los intercambios. El tribunal concluyó que las fuentes de las expectativas de ganancias de los compradores programáticos eran independientes de los esfuerzos de Ripple.

Según Stark, esta suposición ignora la posibilidad de que muchos compradores programáticos compraron XRP, esperando beneficiarse de los esfuerzos de Ripple, socavando los principios de protección de los inversores.

La última categoría, "Otras distribuciones", incluía acuerdos escritos con Ripple, en los que se registraron $609 millones de contraprestación no monetaria en el balance general auditado de Ripple. Estas distribuciones incluyeron la compensación de los empleados y el apoyo a la iniciativa Xpring de Ripple.

Stark expresa su preocupación por la decisión de Ripple, destacando varios aspectos preocupantes. Primero, la decisión otorga protección total de la SEC y recursos a los inversores institucionales, dejando a los inversores minoristas sin ninguna protección de la SEC, un enfoque aparentemente retrógrado, según Stark.

En segundo lugar, argumenta que el fallo implica que las regulaciones de valores no se aplican si los tokens se venden a través de intercambios, basándose en la presunción de que los clientes del intercambio desconocen la identidad del emisor del token. Sin embargo, Stark cree que este argumento contradice los principios establecidos de la ley de valores.

Stark argumenta que incluso si los inversores minoristas no están informados o se niegan a realizar una investigación, sus inversiones aún deben considerarse valores. Los inversores minoristas compran tokens de forma especulativa, basándose en la "teoría del gran tonto". Stark argumenta que la decisión del tribunal parece cambiar los tokens de valores cuando se venden a inversores institucionales a "no valores" cuando se venden en bolsas, una postura incompatible con los principios básicos de inversión.

También encuentra problemática la distinción del tribunal entre tokens otorgados a empleados y terceros. Stark enfatiza que estas distribuciones deben considerarse una compensación, similar a acciones limitadas u opciones sobre acciones y, por lo tanto, sujetas a las leyes de valores.

Además, el fallo parece ir en contra del precedente de la SEC con respecto al volumen de la tarifa requerida para presentar los requisitos de presentación. Stark señala casos anteriores de la SEC relacionados con ofertas de "acciones de cortesía", donde una revisión nominal fue suficiente para solicitar el registro. La negativa del tribunal a tratar las distribuciones a empleados y terceros como valores por falta de contraprestación contradice ese precedente.

Stark dijo: “La orden de juicio en el caso Ripple es un juicio sumario parcial de un juez de un tribunal de distrito único. Si bien es importante y ciertamente digno de estudio, la decisión no sienta un precedente vinculante para otros tribunales".

Las apelaciones y casos futuros podrían producir diferentes interpretaciones y resultados, destacando la complejidad de los problemas legales relacionados con las criptomonedas.

Stark predice que "la SEC probablemente apelará la decisión de Ripple ante el Segundo Circuito, donde los fallos del tribunal de distrito sobre 'programáticos' y 'otras ventas' podrían revertirse". De lo contrario, el fallo podría sentar un precedente que exime a tokens específicos de las regulaciones de valores en función de la sofisticación y la ignorancia de los inversores.

En conclusión, la decisión de Ripple plantea cuestiones relacionadas con la protección de los inversores, la distinción entre inversores institucionales y minoristas y la clasificación de tokens como valores. El futuro del caso sigue siendo incierto y las implicaciones más amplias de este fallo podrían dar forma al panorama regulatorio para las ofertas de criptomonedas.