Que opino del doble apellido a los niños

Que opino del doble apellido a los niños

La intervención de sor Anna Monia Alfieri

Al abordar el tan debatido tema del doble apellido en los niños en estos días, siempre es necesario seguir el mismo método, es decir, no dejarse engañar por las consignas que nos proponen los medios de comunicación sino profundizar y analizar las causas. y las posibles consecuencias de la legislación propuesta. En primer lugar, hay que decir que la posibilidad de atribuir el doble apellido no es nueva: a lo largo de las décadas se ha vuelto a hablar de ello en varias ocasiones. Personalmente, coincido con el análisis de algunos juristas que ven la cuestión no tanto como la herramienta para garantizar la igual dignidad de padres y madres, un objetivo absolutamente aceptable: otros objetivos se esconden en la supuesta protección de la identidad del niño. Estamos, en efecto, en el terreno de una reivindicación, a saber, la de transmitir el apellido materno como arma de defensa frente a una sociedad dominada por los hombres. Ahora bien, me parece que la batalla contra todas las formas de discriminación de género debe librarse en otros frentes muy distintos, seguramente más sustanciales: pensemos en el trato económico, la protección de la maternidad, la batalla contra todas las formas de violencia moral o física. Pensemos, de nuevo, a modo de ejemplo, en cuando preferimos asumir figuras masculinas, por miedo a tener que hacer sustituciones en caso de maternidad (¡también pasa en las escuelas, incluso católicas…!). Por lo tanto, una primera observación es esta: resolvemos los problemas reales relacionados con la discriminación, no peleamos por la forma que no corresponde a ninguna sustancia.

Segundo orden de consideraciones: en el tema del doble apellido veo resurgir la cuestión del progenitor 1 y del progenitor 2, de la cuestión del género, una especie de antecedente legislativo que, en la pretensión de proteger la identidad del hijo, en realidad Reivindica la voluntad de los mayores de transmitir tanto su apellido. ¿Qué apellido llevarán los hijos de parejas homosexuales? Y está claro, quien me conoce sabe, que no tengo nada en contra de las personas de orientación homosexual y mis declaraciones dadas en varias ocasiones pueden atestiguarlo perfectamente.

Tercer orden de consideraciones: hay diferencias. Me explico con un ejemplo tomado de la vida escolar. Sabemos que el buen maestro no es el que trata a todos sus alumnos de la misma manera, sino el que, paradójicamente, marca las diferencias, respetando la personalidad de cada alumno. Mutatis mutandis, la protección de un derecho no se garantiza por nivelación: el padre transmite el apellido, la madre da la vida. La relación padre-hijo no es originalmente una relación corporal, como sucede con la madre. Dar el apellido por parte del padre implica una asunción de responsabilidad (y sabemos que no es una conclusión inevitable), un elemento de extraordinario valor cultural y social. Nos quejamos de la ausencia del rol del padre, ausencia que tiene efectos perniciosos en la sociedad. ¡Que los padres asuman su responsabilidad!

Cuarto orden de consideraciones: intentemos pensar en la maraña de problemas que podrían surgir en caso de crisis de pareja. ¿No es que el apellido del hijo, en caso de crisis matrimonial, puede dar lugar a más motivos de conflicto? La pregunta es obviamente retórica. ¿Qué pasa si un niño se queja de la elección hecha por los padres?

Quinto y último orden de consideraciones: tengo la impresión de que con la cuestión del apellido nos escondemos detrás de un dedo. Me pregunto: pero con todos los problemas que tienen que afrontar las familias italianas, ¿estamos seguros de que la cuestión del doble apellido es tan importante? Invito a los promotores de la propuesta a hacer un recorrido por los centros de orientación familiar, los centros de asistencia a las familias en dificultad, los centros Caritas, para comprender las necesidades reales de las familias italianas. ¡No hacemos señuelo!

En conclusión: damos a los padres la libertad de transmitir el doble apellido pero evitamos presentar el tema a la opinión pública como la protección de un derecho.

Por lo tanto, en orden de prioridad, la igualdad de los padres puede garantizarse a través de la Ley de Familia.

Ley nro. 32/2022, por la que se delega al Gobierno para dictar una serie de decretos legislativos destinados a introducir nuevas medidas de conciliación de la vida familiar y laboral a favor de la paternidad y paternidad, y a reforzar la estructura de garantías existentes.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/mondo/doppio-cognome-figli/ el Fri, 13 May 2022 05:15:14 +0000.