Mario Draghi y las demasiadas convergencias paralelas entre políticos y periodistas

Mario Draghi y las demasiadas convergencias paralelas entre políticos y periodistas

Cursiva de Battista Falconi

La muerte de David Sassoli despertó una unánime y comprensible condolencia, como es inevitable haber desaparecido una figura pública muy conocida, a una edad aún joven y de forma bastante repentina, ya que hasta hace unos días la noticia era crítica pero no dejaba prever tal situación. final repentino. Por mera broma del caso, a la desaparición sigue un episodio significativo unas horas después, no tanto por su novedad sino, por el contrario, como confirmación contundente de un proceso que se viene dando desde hace mucho tiempo: la definición de una pregunta inaceptable a la que se opuso el primer ministro Mario Draghi en conferencia de prensa a un reportero. Que, además, preguntaba sobre la única cuestión real que queríamos y teníamos que tratar, o al menos la principal, es decir, qué pasará en los próximos días, semanas y meses entre el Quirinale y el Palazzo Chigi.

El hecho de que una figura astuta y diplomática como Mario Draghi (que está demostrando estas virtudes precisamente evitando hacer declaraciones continuas, como hacen la mayoría de los políticos en la ilusión de que la popularidad cultivada día a día se consolide luego en consenso electoral) se permitiera replicar en de una manera tan grosera, de una manera, por cierto, verdaderamente inaceptable, demuestra como decíamos un hecho que ahora es evidente: la posición absolutamente propensa, supina, servil de los periodistas con respecto a la política. Un fenómeno que se da, cabe señalar, sobre todo a nivel de radio y televisión y en los grandes sitios y diarios, es decir, en los llamados "mainstream", mientras que en las más periféricas editoriales, comunicativas e informativas, sollozos de la independencia aún persiste. Los grandes enviados, los periodistas acreditados, los corresponsales de los palacios del poder están ahora absolutamente pasivos frente a la clase dirigente institucional de la que deberían ser reporteros objetivos.

La prueba más evidente de esta pasividad es la composición de los "pastoni" en los que encontramos, una tras otra, declaraciones realizadas por representantes de varios partidos: no en respuesta a una pregunta específica formulada por un periodista sino con una especie de " declaración ”como dicen los anglosajones, un comunicado de prensa oral o en video. La cual es liberada espontáneamente, esto no es un detalle, a un operador de una comparsa enviada por la Tg o, incluso, autograbada y luego insertada en el servicio. Quizás con la excusa de que, con la pandemia, esta forma de montaje de piezas parcialmente precocidas es una necesidad impuesta por la dificultad de enviar la comparsa con un periodista. Esta forma editorial incide en un aspecto fundamental, el servicio de un boletín debe ser realizado de hecho por un periodista, cuya profesionalidad debe permitir un diálogo con el entrevistado, eventuales respuestas y una cuidadosa selección de la declaración que luego se insertará en el escrito. artículo, audio o video. Hoy, sin embargo, el problema suele ser solo el de: "¿Puedes sostener el micrófono?".

En definitiva, tras una respuesta como la de Draghi, deberíamos esperar una insurrección de la Orden de los Periodistas, el sindicato y las asociaciones gremiales que, suponemos, no se producirá. Pero la pregunta es por qué se ha establecido esta forma pasiva. Y la respuesta es muy simple: la contigüidad entre controlador y controlado, porque estas deben ser las funciones de la relación entre periodista y político. Si los dos viven juntos todos los días, van a tomar un café juntos, se conocen, se familiarizan, tal vez con la motivación teórica por parte del reportero de que la relación fiduciaria permite una información más confidencial, esta confianza inevitablemente se convierte en simpatía. , en el sentido etimológico de la palabra. Hay una tendencia a converger en intereses comunes, en lugar de oponerse, respetando las reglas éticas y profesionales.

Este sistema se abre a una ósmosis de la que David Sassoli fue un ilustre ejemplo. El periodista acostumbrado a tener relaciones con el medio político luego termina siendo político, recordemos que el antecesor de Sassoli también fue periodista, recordemos cuántos periodistas se han sumado a las filas de los partidos, cuántos políticos cubrieron oficialmente el rol de periodista, especialmente en épocas pasadas, y cuántos portavoces, jefes de gabinetes de prensa de políticos, partidos e instituciones han salido del techo de periodistas parlamentarios.

Un reportero parlamentario, hace unos días, me informaba con amargura de cómo un líder del partido se había quejado -de unos periodistas de "zona", como dicen, por tanto no hostiles- de la insuficiente "lealtad". El hecho de que estos reporteros también tuvieran relaciones con otros partidos, por ejemplo siguiendo sus eventos. Por extraño, absurdo, inconcebible que parezca, para este líder una expresión de elemental libertad de pensamiento, acción y profesionalismo es precisamente una especie de blasfemia, infamia, traición. Este asombro inconcebible es la muestra de cuánto la clase política considera ahora a la clase periodística como una especie de apéndice propio, de órgano propio. Como si se hubiera creado una "convergencia" entre ambos que no debería verse afectada.

El discurso remite a otro que sólo se menciona, en aras de la brevedad. Sobre todo después de Tangentopoli y Berlusconi, se ha extendido la idea de que la buena clase política debe representar lo que antes llamábamos “sociedad civil”, por tanto empresarios, tercer sector, científicos, deportistas, periodistas, etc. ya no son políticos "profesionales". Hay muchas buenas razones para apoyar este principio, pero otras tantas para advertir sobre los riesgos.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/mondo/mario-draghi-e-le-troppe-convergenze-parallele-tra-politici-e-giornalisti/ el Tue, 11 Jan 2022 06:54:10 +0000.