En total silencio, las grandes potencias se preparan para explorar el espacio utilizando los llamados "motores nucleares térmicos", es decir, motores cohete que aprovechan el calor generado por un reactor nuclear. En mayo, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa emitió una convocatoria de propuestas para la siguiente fase de la demostración de una nave espacial de propulsión nuclear.
El proyecto, llamado Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operations (DRACO), comenzó hace más de un año, cuando DARPA seleccionó un diseño preliminar para un cohete reactor desarrollado por General Atomics y eligió dos de los diseños conceptuales de naves espaciales de Blue: Origin y Lockheed Martin.
Las próximas fases del programa se centrarán en el diseño, desarrollo, fabricación y montaje de un motor de cohete nuclear térmico. DARPA llevará a cabo una "competencia completa y abierta", por lo que esta oportunidad no se limita a las empresas que participaron en la primera fase, dijo un portavoz a SpaceNews. Precisamente la semana pasada finalizó el plazo de presentación de solicitudes.
¿Cómo funciona la propulsión térmica nuclear? En este caso un gas propulsor, normalmente hidrógeno, se calienta a una temperatura muy alta a través del calor generado por un reactor nuclear, expandiéndose enormemente y siendo expulsado a muy alta velocidad, asegurando el empuje necesario.
Las ventajas son evidentes: la cantidad d energía generada por la fisión nuclear es muy superior a la de una reacción química. Esto reduce enormemente la cantidad de combustible que el motor debe utilizar y, por lo tanto, llevar consigo. Además, en el espacio exterior el problema de la radiación es menos importante.
El objetivo es lanzar un vuelo de demostración de propulsión térmica nuclear en el año 2026, prácticamente mañana.
"Se espera una adjudicación única" en la fase 2 de DRACO, dijo el vocero. El objetivo es completar "el diseño preliminar y detallado de un sistema de demostración y construir y validar experimentalmente el motor de vuelo del cohete térmico nuclear". En la fase 3, el sistema de demostración se construirá para albergar un cohete térmico nuclear para una prueba de vuelo en órbita.
DARPA está invirtiendo en propulsión nuclear para naves espaciales con la esperanza de demostrar con éxito un motor capaz de volar grandes distancias en el espacio cislunar, el área entre la Tierra y la Luna.
"La propulsión térmica nuclear logra una alta relación empuje-peso similar a la de la propulsión química, pero con una eficiencia de dos a cinco veces mayor", dijo DARPA. La NASA participa en el proyecto, con el objetivo de utilizar la propulsión térmica nuclear también para misiones de vuelos tripulados de larga duración.
"La maniobra es más desafiante en el espacio debido a las limitaciones del sistema de propulsión", dijo el Mayor Nathan Greiner, gerente de programa de la Oficina de Tecnología Táctica de DARPA. "Para mantener la superioridad tecnológica en el espacio, Estados Unidos necesita tecnología de propulsión de última generación".
Rusia está experimentando con un sistema de propulsión nuclear para sus propios misiles estratégicos.
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