Seguimiento submarino mejorado: colaboración con IA de EE. UU., Reino Unido y Australia

En un acontecimiento significativo, Estados Unidos, el Reino Unido y Australia han anunciado su colaboración para desplegar un sistema de inteligencia artificial (IA) para mejorar el seguimiento de submarinos chinos en el Pacífico. Esta iniciativa, derivada del acuerdo Aukus Pillar II, representa un movimiento estratégico para contrarrestar la rápida expansión de las capacidades militares de China.

El núcleo de esta colaboración implica el uso de algoritmos de inteligencia artificial para procesar datos de sonar, una tarea realizada por las tripulaciones que operan el principal avión de ataque y vigilancia marítima de la Marina de los EE. UU., el P-8A Poseidon. Esta tecnología está preparada para acelerar y perfeccionar significativamente el proceso de detección de actividades submarinas, en particular las de los submarinos chinos, que representan una preocupación creciente para estas naciones aliadas.

Los jefes de defensa de los tres países, incluido el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, y el secretario de Estado de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, han destacado la importancia de este progreso. Durante una reunión en California, destacaron que estas capacidades impulsadas por la IA mejorarían enormemente la guerra antisubmarina al permitir la explotación oportuna y en gran volumen de datos.

Implicaciones estratégicas y planes futuros

Este esfuerzo trinacional no se limita a la integración de la IA. Se extiende a aspectos más amplios de la cooperación militar en el marco de la asociación Aukus. El Pilar I de Aukus se centra en el desarrollo de la capacidad submarina nacional de propulsión nuclear de Australia, con planes de desplegar un nuevo submarino conjunto para 2040. El Pilar II, que incluye la actual iniciativa de IA, incluye la cooperación en diversos campos tecnológicos, incluidas las tecnologías cuánticas, la ciberseguridad avanzada, y armas hipersónicas.

Además del procesamiento de datos de sonar mejorado por IA, los tres países planean integrar sus capacidades para lanzar y recuperar vehículos submarinos no tripulados de los tubos de torpedos de sus submarinos existentes. Esta iniciativa tiene como objetivo ampliar el alcance y las capacidades de las fuerzas submarinas y apoyará el desarrollo del nuevo submarino de Australia, el SSN-AUKUS.

El reciente informe anual del Pentágono sobre el ejército chino destaca la urgencia de estas medidas. Según el informe, China actualmente opera una importante flota de submarinos, incluidos submarinos de misiles balísticos de propulsión nuclear, submarinos de ataque de propulsión nuclear y un número creciente de submarinos de ataque independientes de diésel/aire. Se espera que la fuerza submarina de la marina china se expanda significativamente para 2035, lo que subraya aún más la necesidad de capacidades avanzadas de seguimiento y vigilancia.

Ampliar el alcance de Aukus

Para fortalecer aún más la asociación Aukus, las tres naciones anunciaron varias iniciativas para promover la colaboración y la innovación. Estos incluyen la creación de un “Foro de la Industria” para alinear los marcos políticos, técnicos y comerciales para capacidades militares avanzadas y la creación de una “Red de Inversores de Defensa Aukus” para fortalecer el financiamiento y la conectividad de la industria.

Además, los aliados planean lanzar una serie de “Desafíos de premios a la innovación” para alentar a las industrias de los tres países a desarrollar soluciones innovadoras a desafíos militares complejos. El primer desafío, programado para principios del próximo año, se centrará en la guerra electrónica, destacando el espíritu de colaboración y el compromiso de estas naciones con el progreso tecnológico.

La decisión de Estados Unidos, Reino Unido y Australia de implementar inteligencia artificial en el seguimiento de submarinos chinos refleja una respuesta estratégica a la creciente influencia militar de China. Esta colaboración destaca la importancia de los acuerdos de intercambio de tecnología, como el Aukus Pillar II, para mejorar las capacidades de defensa y garantizar la estabilidad regional. A medida que estas naciones continúan ampliando sus esfuerzos de cooperación, la atención se mantiene en mantener un equilibrio de poder en la cada vez más disputada región del Indo-Pacífico.