Los inversores se sumergen en la investigación de IA después de la ola de publicidad

La rápida adopción de la inteligencia artificial (IA) generativa sin duda ha causado revuelo en el mercado este año. Después de la ola inicial de entusiasmo, los inversores son cada vez más conscientes de los riesgos potenciales y exigen un enfoque más refinado para la selección de valores.

Varias industrias, como los servicios de TI, la consultoría, los medios, la información y la educación, se encuentran actualmente bajo un escrutinio minucioso por parte de los administradores de cartera que evalúan el impacto potencial de la interrupción de la IA.

La promesa y los desafíos de la IA

En general, el efecto de la IA en la rentabilidad empresarial promete ser enormemente beneficioso. Además de los ganadores obvios en el sector de los chips, como Nvidia, los analistas advierten que también podría haber competidores perdedores en Europa y Estados Unidos.

McKinsey, la consultora de gestión líder a nivel mundial, predice que la IA generativa podría agregar la asombrosa cantidad de $7,3 billones anuales a la economía mundial. La compañía también predice que la automatización podría ser factible para la mitad de la fuerza laboral actual entre 2030 y 2060.

Sin embargo, este pronóstico también presenta desafíos formidables para las empresas, como los despidos de personal y la necesidad de revisar los modelos comerciales para explotar al máximo el potencial de la IA.

Gilles Guibout, director de renta variable europea de AXA Investment Managers, advierte sobre un posible impacto deflacionario de la IA. Sugiere que los clientes pueden negociar precios más bajos, mientras que las startups ajustadas podrían robar cuota de mercado a las empresas existentes que se enfrentan a la reingeniería de procesos.

Esto podría conducir a un crecimiento de las ventas más lento y un rendimiento inferior del precio de las acciones, especialmente para las empresas con una fuerte competencia o donde el crecimiento depende de la fuerza laboral.

Guibout cita el ejemplo de los servicios de TI, que podrían experimentar caídas significativas de precios a medida que disminuyen los requisitos de codificación debido a la inteligencia artificial.

Sentimientos de los inversores y reacciones del mercado

Una encuesta realizada en junio por Bank of America reveló que solo el 40 % de los inversores globales esperan que la IA aumente las ganancias o el empleo, mientras que el 29 % no espera tal impulso.

La ansiedad por la IA ya ha causado revuelo en los mercados. Empresas como la empresa de subcontratación francesa Teleperformance y Taskus con sede en EE. UU., que brindan servicios que podrían ser fácilmente reemplazados por bots, han visto caer el valor de sus acciones en aproximadamente un 30% este año.

A pesar de las preocupaciones, algunos analistas dicen que las reacciones del mercado de valores son exageradas y demasiado cautelosas.

Thomas McGarrity, director de acciones de RBC Wealth Management, dice que algunos proveedores de información y datos profesionales con datos patentados están bien posicionados para incorporar IA generativa en sus ofertas.

Otros, como Andrea Scauri, gerente de cartera de Lemanik, están más preocupados y sugieren que la rápida adopción de soluciones de IA más baratas podría estar obstaculizando el crecimiento.

A medida que los inversores continúan navegando por las agitadas aguas de la integración de la IA, el enfoque permanece en la investigación profunda y las inversiones estratégicas.

La gestora de carteras de pequeñas y medianas empresas de Amundi, Cristina Matti, señala que invertir de forma indiscriminada no es una opción para quienes buscan exponerse a la inteligencia artificial. "Hacer la tarea es fundamental", subraya.

A medida que la IA continúa evolucionando, la pregunta para los inversores no es solo quién liderará el cargo, sino también cómo administrar los riesgos y las recompensas que trae esta tecnología transformadora.