La Unión Europea interviene para reducir los riesgos de China

La Unión Europea está tomando medidas decisivas para aliviar su dependencia de China , se tomó una decisión en una cumbre de la UE el viernes.

Con el objetivo de lograr un delicado equilibrio entre la cooperación y la prudencia, los líderes europeos definen este paso como una estrategia de "reducción de riesgos" que implica un movimiento constante hacia la autosostenibilidad y la resiliencia.

Reducir las adicciones: la pregunta del millón de euros

Krisjanis Karins, el primer ministro de Letonia, llamó a la compleja cuestión del equilibrio de las relaciones "la cuestión del millón de euros".

Hizo hincapié en que la estrategia es una lección extraída de experiencias pasadas de fuerte dependencia del gas ruso, que terminó abruptamente tras la invasión de Ucrania por parte del país.

La motivación de Europa radica en fortalecer su posición frente a los cambios globales imprevistos que podrían dejarla varada.

El primer ministro letón enfatizó que el quid de la estrategia es evaluar y abordar las posibles dependencias excesivas de China en el campo del comercio.

El canciller alemán, Olaf Scholz, está de acuerdo y dice que las empresas son las principales responsables del proceso de "reducción de riesgos", que implicaría la diversificación en los próximos años.

Relaciones en evolución: de la adicción a la resiliencia

Durante el apogeo de la pandemia de COVID-19, la gran dependencia de la Unión Europea de China para equipos esenciales, incluidas máscaras y productos farmacéuticos, se hizo muy evidente.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo que la transición hacia la autosostenibilidad será gradual y se llevará a cabo paso a paso.

Desde 2019, la Unión Europea de 27 naciones ha percibido a China como un socio, competidor y rival sistémico. Sin embargo, con el auge de la asertiva diplomacia de "guerrero lobo" de China y el fortalecimiento de los lazos del país con Moscú, el sentido de prudencia de Europa ha aumentado.

“Vemos cada vez más a China como un rival sistémico”, dijo Kaja Kallas, primer ministro de Estonia.

También existe un impulso para presentar un frente unido entre los líderes de la UE, a pesar de las sutiles diferencias que existen entre naciones como Francia y Alemania, que tienen importantes intereses comerciales en China, y Lituania, a la que China ha impuesto sanciones.

Las conclusiones de la cumbre muestran que la Unión Europea está comprometida con la reducción de las dependencias críticas, la reducción de los riesgos y la diversificación cuando sea necesario.

El bloque también instó a China a alentar a Rusia a detener el conflicto en curso en Ucrania y expresó su preocupación por las crecientes tensiones en el Estrecho de Taiwán, al tiempo que enfatizó un interés compartido en mantener relaciones estables.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, subrayó en marzo que la creciente firmeza de la posición de China requiere que Europa reduzca los riesgos tanto económica como diplomáticamente.

La Comisión también está pidiendo a los miembros de la UE que acepten controles más estrictos sobre las exportaciones y los flujos de tecnología saliente, especialmente para uso militar por parte de los "países de interés", con China en el centro de atención.

A medida que Europa avanza en su movimiento estratégico para eliminar los riesgos de China, el mundo observa con gran interés, marcando un capítulo importante en los esfuerzos del continente para dar forma a un futuro más resistente.

El camino, aunque desafiante, es un paso necesario hacia la independencia económica y diplomática.