Donald Trump y su equipo han estado discutiendo en silencio planes para establecer una comisión para reducir el despilfarro gubernamental. ¿Y adivina quién podría liderar esta carga? Elon Musk.
¡Sí! El multimillonario CEO de Tesla y SpaceX también ha mostrado interés en involucrarse, y los asesores de Trump parecen bastante entusiasmados.
En varias ocasiones, incluso en X, la plataforma de redes sociales de su propiedad, Elon ha expresado su deseo de formar parte de una “comisión de eficiencia gubernamental”. Dijo que quiere eliminar lo que considera regulaciones y gastos innecesarios.
En agosto, Elon publicó una imagen generada por IA de sí mismo parado detrás de un podio con la etiqueta "Departamento de Eficiencia Gubernamental", con el acrónimo DOGE, un guiño a la moneda meme que apoyó.
Sin embargo, la participación de Elon en esta auditoría gubernamental también ha causado algunas preocupaciones. Los especialistas en ética están alertando sobre posibles conflictos de intereses. Después de todo, el imperio empresarial de Elon se extiende a industrias que se ocupan en gran medida de contratos y regulaciones gubernamentales.
Existe la preocupación de que Elon pueda aprovechar esta oportunidad para recortar las regulaciones que afectan a sus empresas, mientras presiona por condiciones más favorables. El equipo de Trump no parece demasiado preocupado. La semana pasada, el expresidente dijo:
“Él quiere participar, pero mira, dirige grandes empresas y todo eso… así que realmente no puede ser parte del gobierno. Él puede, como dicen, consultar con el país y darle muy buenas ideas.
Elon usó X para mostrar su apoyo a Trump y atacar a Kamala Harris. Sin embargo, el hombre no siempre fue fanático de Trump. En 2020, pareció inclinarse más hacia Joe Biden. Pero las cosas han cambiado.
Ahora, Elon está totalmente de acuerdo con Trump. También ayudó a crear un SuperPAC, America PAC, que está haciendo contribuciones a la campaña 2024 de Trump. Según las últimas presentaciones públicas, este PAC ya ha recaudado al menos 8,7 millones de dólares.
La administración Biden no ha sido exactamente la más amable con Elon. Sus actividades han sido objeto de críticas regulatorias.
El Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) han estado investigando la comercialización de Tesla de su tecnología de asistencia al conductor.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras incluso anunció un retiro del mercado que afectaba a casi todos los vehículos Tesla después de descubrir que la compañía no había hecho lo suficiente para asegurarse de que los conductores prestaran atención mientras usaban el piloto automático.
Mientras tanto, la SEC abrió otra investigación, esta vez sobre Twitter, la empresa de redes sociales que Elon compró en 2022. La Junta Nacional de Relaciones Laborales también está investigando acusaciones de acoso contra SpaceX.
Con todo este calor, no es de extrañar que un segundo mandato de Trump le parezca bastante atractivo a Elon, especialmente si eso significa revertir algunas de estas regulaciones.