Toda la confusión viral en la CDU de Merkel

Toda la confusión viral en la CDU de Merkel

El Congreso de la CDU aplazó, tensiones entre candidatos y reflexiones sobre el marco político general en Alemania. La visión de Mennitti de Berlín

Lo único cierto es que no hay certeza. Covid también explota el corazón de la política alemana, haciendo estallar por segunda vez consecutiva el congreso de la CDU, el partido de Angela Merkel, que tendrá que elegir al sucesor del actual presidente que ha dimitido desde febrero – Annagret Kramp-Karrenbauer – y tal vez incluso el que suceda al canciller al frente del próximo gobierno. No se sabe cuándo se reunirá la asamblea demócrata-cristiana y cuáles serán las modalidades. A mediados de diciembre, el equipo directivo evaluará la situación de la pandemia y decidirá si las condiciones son propicias para un congreso digital el 16 de enero, con voto adjunto por correo. O considerará qué alternativas son viables. Un salto al vacío.

Y quién sabe cómo sobrevivirán los tres candidatos nuevamente congelados durante unos meses: Armin Laschet, el favorito, luchando con la lucha contra la pandemia como presidente de Renania del Norte-Westfalia; Friedrich Merz, el eterno rival de Merkel, volvió a la política tras un paréntesis en las finanzas; Norbert Röttgen, el experto extranjero, tercera rueda en busca de un renacimiento. Las relaciones mutuas son muy malas y reflejan una laceración en la CDU que solo el regreso de Angela Merkel a escena como consecuencia de la crisis pandémica ha permitido sofocar. Tras una furiosa disputa entre bastidores, sin llegar a un acuerdo sobre el aplazamiento del congreso, le tocó el turno al cercano grupo capturado por Kramp-Karrenbauer de tomar una decisión.

No es una buena señal para el exterior. Tanto más cuanto que ninguno de los tres contendientes goza hoy de gran popularidad entre los votantes alemanes. Laschet hasta ahora no ha demostrado estar a la altura en el manejo del virus en su Tierra. Merz descarta las sospechas sobre su pasado en la firma de inversiones estadounidense BlackRock y no puede desprenderse de la pátina política de los noventa. Röttgen sigue siendo evanescente, trató de tomar un poco la escena con la crisis bielorrusa, que ciertamente no es un tema para calentar demasiado el corazón del alemán medio. A todo el mundo le gustaría Jens Spahn, el ministro de Sanidad que lleva al país con mano firme en la crisis pandémica y que en estos momentos, irónicamente, se encuentra aislado por haber contraído el virus. Pero él mismo se retiró de la contienda, arrojando su peso (que ahora se ha vuelto sustancial) sobre Laschet.

Siempre podría ser útil como candidato a la cancillería, si Laschet siente que tiene pocas posibilidades de victoria y la CDU necesita una carta ganadora para contrarrestar las aspiraciones de Markus Söder, el presidente de Baviera y CSU, el partido gemelo bávaro. O la pandemia habrá estropeado tanto las cartas que al final los tres candidatos oficiales se habrán desgastado hasta el punto de dejar espacio automáticamente para el ministro de Sanidad. Sin embargo, una hipótesis difícil, dada la carga de ambición, venganza y en ocasiones arrogancia que están mostrando Laschet, Merz y Röttgen en esta competición.

De hecho, en este momento vuelan los trapos. El aplazamiento no fue indoloro. Laschet lo había solicitado en una entrevista del domingo con Welt. Merz se opuso enérgicamente a ello, solicitando inmediatamente un congreso digital. Una encuesta realizada entre los miembros de la CDU ve a este último ampliamente en ventaja, pero los 1001 delegados votarán por el nuevo presidente: cuadros y líderes de un partido dirigido durante veinte años por Angela Merkel y que ven a Laschet como garantía de continuidad.

Sin embargo, el estado de ánimo de los militantes podría cambiar el equilibrio. Para ello Merz quería aprovechar el momento y Laschet ganar tiempo. Este último efectivamente ganó y ahora Merz denuncia que una parte del establishment está maniobrando para evitar su éxito. Amenazar con una petición para que los miembros elijan al presidente. Y en una dura entrevista con Welt, señala con el dedo a la cancillería. De hecho, Angela Merkel ya tuvo un gran papel en la victoria de Kramp-Karrenbauer contra Merz, en el congreso de hace dos años. La herrumbre entre los dos lleva años y este congreso, como el anterior, será de hecho un enfrentamiento entre Merkel y Merz, entre quienes quieren conservar su legado en la CDU de mañana y quienes pretenden mandarlo al desván de una vez por todas.

No está claro cuánto puede afectar todo esto al equilibrio político del país. Por el momento, toda la atención está centrada en la segunda ola de la pandemia, hecho que, además, acentúa la atención sobre el Canciller, que hasta ahora ha gestionado la emergencia de forma muy eficaz. Y esta vez también, gracias a su experiencia científica, Merkel no parece dispuesta a observar un crecimiento exponencial de infecciones sin actuar. Adelantó por dos días la cumbre con los presidentes de las regiones, que se realizará el miércoles. Ya circulan rumores en los periódicos sobre la "luz de encierro" que intentará imponer a los presidentes alborotados y que se parece mucho a lo que el primer ministro italiano anunció el pasado domingo para su país: cierre de restaurantes y bares, suspensión de actuaciones artísticas ( teatros, conciertos, probablemente cines, quizás museos), pero las escuelas abren excepto en las regiones donde las infecciones deberían alcanzar cifras catastróficas y tiendas accesibles bajo estrictas medidas de seguridad e higiene.

Con el regreso de la emergencia pandémica, el resto de la política pasa a un segundo plano. Nadie puede predecir si las elecciones de hoy serán las mismas en vísperas de la votación política, que debería celebrarse dentro de un año. Si votamos mañana, no habría dudas sobre un cambio de rumbo con un gobierno negro-verde, entre la Unión de CDU y CSU y Grünen. Y el canciller sería un exponente de la Unión: Söder o el nuevo presidente de la CDU. Pero en épocas extraordinarias lo que es de actualidad hoy no es necesariamente el caso en unos meses. Se aplica al marco político general y al de la CDU. El momento de la pandemia es en realidad un tiempo suspendido para la política.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/mondo/tutti-i-subbugli-virali-nella-cdu-di-merkel/ el Tue, 27 Oct 2020 06:50:53 +0000.