Porque Luca Palamara no me convence

Porque Luca Palamara no me convence

Cuanto más leo entrevistas, artículos y cartas de Luca Palamara, menos estoy convencido de la idoneidad de su candidatura. Los arañazos de Damato

Cuanto más leo entrevistas, artículos y cartas de Luca Palamara, incluida la que le escribió a Dubbio para responder a un editorial crítico del director Davide Varì, menos me convenzo, ciertamente no de la legitimidad sino de la idoneidad de su candidatura. , que es muy personal, en las elecciones complementarias del 3 y 4 de octubre en el colegio romano de Primavalle. El cual quedó sin representación con la renuncia de la diputada 5 estrellas Emanuela Del Re.

Los votantes del ex magistrado, inhabilitado del Poder Judicial y del Sindicato de Túnicas, donde también había asumido máximas funciones, respectivamente como miembro del Consejo Superior y como presidente, debían ser garantías transversales, centro-derecha y centro-izquierda. , e incluso entre los grillini. Quienes también han empezado a poner la mano en su diccionario reconociendo que ciertas cosas es mejor quizás para seguir pensando en ellas pero ya no para decirlas, y en consecuencia actualizando el lenguaje al oportunismo político muchas veces inherente a las alianzas.

Me pregunto, entre muchas cosas, qué credibilidad puede haber declarado la garantía de quienes, para demostrar aperturas inéditas, se adhieren a los referéndums promovidos por radicales y ligadores, pero excluyendo de la baraja el de la responsabilidad civil de los jueces, que no se puede liquidar como secundario. No es casual, además, en esta exclusión, motivada por el temor de que los magistrados acaben paralizados e intimidados por los medios de que disponen los infortunados de turno decididos a cobrar los perjuicios de condenas o restricciones injustas, coincidió Palamara con Goffredo Bettini. . Es exponente de un partido -el Partido Demócrata- donde la doctrina y la cultura de los comunistas y la izquierda democristiana han convergido, sin cuya ayuda -digo nunca- los magistrados podrían haberse desbordado de los límites que les asigna la Constitución. .

La responsabilidad civil de los magistrados, reclamada innecesariamente por la gran mayoría de los votantes ya en 1987 con un referéndum traicionado en pocos meses por una ley que lo regía de tal manera que lo estrangulaba, es la representación plástica del poder judicial como un casta. Que al juzgarse también se absuelve de la responsabilidad de los errores, descargándola en la comunidad. Cualquier intento de escapar de esta realidad, escandalosa también en relación con la responsabilidad que pesa sobre todas las demás categorías en contacto con el público, por más esfuerzos que se hagan para motivarlo de la mejor manera, me parece francamente inútil.

Al mantener intacta la convicción de que el magistrado debe mantener su responsabilidad civil, si no queremos llamarlo brutalmente irresponsable, Palamara demuestra haber permanecido, diría, con el corazón y la mente en la casta de la que fue inhabilitado. Encuentro algo incluso masoquista en esta condición que convierte a Palamara en un arrepentido sui generis, como disputa Maurizio Gasparri en Forza Italia en desacuerdo con otros como Antonio Tajani que, si bien no apoya su candidatura como expresivo de centro-derecha, "entiende "él la razón. Sin embargo, la situación en la Liga no me parece diferente, donde el propio Matteo Salvini, además del jefe romano del movimiento, simpatiza con Palamara, pero no hasta el punto de argumentar que el centro-derecha debería abstenerse de presentar una de sus candidatos en el colegio Primavalle.para facilitar la carrera del ex magistrado. Salvini, al fin y al cabo, es el que dice con más fuerza, de hecho grita que cuando los magistrados se equivocan deben "pagar".

También me parece curioso el reclamo de considerar una concesión al garantorismo, oa la humanidad de la política, para incorporarse a una institución como el referéndum abrogativo que prevé la Constitución. Yo diría que la posición de principio adoptada por el Partido Demócrata, y no solo por él, es inconstitucional, frente al uso del referéndum en materia de justicia, para regular qué parlamentarios deben bastar y avanzar en el ejercicio de su función legislativa, por que cualquier iniciativa o posición del signo contrario sería casi subversiva. Francamente, me dio escalofríos escuchar al alcalde Piddino de Pesaro en la televisión explicar su negativa "por disciplina de partido" a firmar la totalidad o parte de los referendos, afortunadamente ya asegurada por la adhesión de los cinco consejos regionales previstos por la Constitución. Y para lo cual, no en vano, continúa la misma afluencia abundante de ciudadanos en banquetes, y similares, preparados para la recogida de firmas.

Quisiera recordar a Enrico Letta que el referéndum abrogativo fue adoptado por los constituyentes en medio de la perplejidad y resistencia del PCI de Palmiro Togliatti, dudando también de la conveniencia del Tribunal Constitucional, temiendo que se debilitara la soberanía del Parlamento. En caso de victoria, el PCI ni siquiera quiso la molestia de cambiar la Constitución para poner las leyes aprobadas por "su" mayoría en absoluta seguridad.

Para implementar la disposición constitucional del referéndum abrogativo, con una ley que lo disciplinó, la DC tuvo que poner el pie en la década de 1970 al reclamarlo como medida compensatoria a la ley que instituyó el divorcio, en la ilusión de referéndum por la derrota sufrida. en el Parlamento. Pero quizás espero demasiado del secretario del Partido Demócrata nacido en la Democracia Cristiana.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/mondo/luca-palamara-opinione-damato/ el Sat, 14 Aug 2021 06:00:18 +0000.