Por qué el transporte público local se desvía

Por qué el transporte público local se desvía

Qué sucede con el transporte público local: hechos, números y análisis. Discurso de Marco Foti

Han pasado dos años desde el descubrimiento del coronavirus y el estado de emergencia sanitaria continúa. Mientras tanto, se han sucedido varios Gobiernos, se han definido multiversiones del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, herramienta prioritaria para acceder a los fondos de Next Generation EU. El último de los cuales contiene una gran cantidad de reformas, de las cuales 10 por el MIMS se lograrán para 2026.

Mientras tanto, los diversos Decretos Ley, adoptados para proteger a los ciudadanos ante la constante confirmación de la pandemia, han intervenido en los hábitos de los italianos en relación con sus viajes en transporte público. El último de los cuales, emitido el 30 de diciembre, prevé la obligatoriedad del pase súper verde para su uso a partir del 10 de enero.

Esto significa que los viajeros y estudiantes, que según el Censo Permanente del ISTAT oscilan entre el 20 y el 25% de la población residente que se desplaza diariamente en autobuses, tranvías, metros y trenes, deben ser revisados ​​a bordo de los vehículos o en las paradas y estaciones, sufriendo importantes retrasos en sus movimientos, con repercusiones, para los trabajadores, en las relaciones contractuales. Pero este aspecto seguramente será tema de discusión en los próximos días ya que otros órganos de prensa han planteado el problema de que es difícil considerar justificada la ausencia al trabajo por no poder subirse al transporte público.

Desgraciadamente, el tema es otro. Efectivamente, siempre es lo mismo, es decir, cómo el Gobierno y el Ministerio de Movilidad Sostenible están lidiando con el delicado sector de las LPT. Bien se podría decir, si se piensa en los dos y más mil millones de euros puestos en circulación en el sistema para garantizar los ingresos perdidos por tráfico y cubrir los viajes adicionales ofrecidos con los servicios de empresas privadas.

Pero no, en absoluto. Y la razón está esencialmente ligada a una carencia estructural de un sistema. Volviendo al PNRR, mencionado hace un momento no por casualidad, prevé algunas reformas, que echaríamos en falta importantes y en las que estamos plenamente de acuerdo, pero nada que sugiera una reforma en el delicado tema de la planificación, regulación y gobernanza de la LPT. Cualquier cosa.

Las dificultades de la LPT son históricas, la pandemia no ha hecho más que agudizar las derivas maduradas en los últimos 25 años, empezando por la famosa Ley Marco de la LPT (el llamado Decreto Burlando). El sector está en desorden, más allá del equilibrio económico – financiero (a ser revisado en su totalidad); la LPT debe necesariamente ser revisada en el marco de su misión, actuando en los aspectos de planificación (nuevas necesidades de movilidad por parte de los ciudadanos) y regulación (servicios mínimos obsoletos respecto a la concepción original).

El MIMS debe tener en cuenta que la LPT actual aún no puede sostenerse por mucho tiempo, comenzando por el pago económico a las Regiones y Municipios involucrados. Las autoridades locales no tienen ni la fuerza ni los recursos para afrontar de forma independiente este cambio de época. El Ministerio deberá brindar, además de lineamientos específicos, nuevos instrumentos económicos para cubrir los gastos en que incurran las empresas.

La "solución" es sustituir los servicios mínimos por los "Nivel Esencial de Transporte", eso sí, tal y como se plantea en sanidad, donde entran en juego variables distintas a la asistencial pero ciertamente ligadas al territorio, necesidades y requerimientos, servicios ofrecidos.

Esto se debe a que si la Comisión Europea identifica los servicios mínimos como aquellas "obligaciones de servicio público destinadas a garantizar la frecuencia, calidad, regularidad para un transporte seguro a costes razonables de alta calidad", al mismo tiempo la nueva misión de la LPT debe introducir el concepto de “Nivel Esencial de Transporte”, o “prestaciones y servicios que la administración pública está obligada a prestar a todos los ciudadanos” en razón del respeto a ese derecho a la movilidad al que se refiere en varias ocasiones nuestra Constitución.

Un derecho que lamentablemente no está garantizado para todos, empezando por las personas con discapacidad, totalmente abandonadas por cualquier intervención estructural y reformista de este gobierno. Sin olvidar los pequeños municipios que, por su historia y “prácticas”, son estrictamente dependientes de los servicios extraurbanos de LPT y, por tanto, fuera del alcance de sus elecciones (léase, dependientes de las elecciones de los organismos supralocales).

Todo ello resumido en una única propuesta: PLAN GENERAL DE TRANSPORTE PÚBLICO LOCAL por MIMS.


Esta es una traducción automática de una publicación publicada en StartMag en la URL https://www.startmag.it/smartcity/trasporto-pubblico-locale-cosa-succede/ el Mon, 10 Jan 2022 07:22:17 +0000.