Austeridad y sostenibilidad del sistema de pensiones

(… título muy didáctico …)

(… [20.17, 16/1/2024] Un amigo que conoces pero que nunca adivinarías quién es: Bonito discurso de Brambilla.

[22.18, 16/1/2024] Alberto Bagnai: ¡Pero la gente no entiende, no entiende! Estoy realmente desesperada.

[22.18, 16/1/2024] Alberto Bagnai: De todos modos, ¡gracias! …)

Agradezco a Itinerari seguridad social, a su Comité Científico y en particular a su presidente, Prof. Alberto Brambilla por invitarme a este momento tan interesante de estudio y discusión.

Es especialmente meritorio el esfuerzo realizado por Itinerari seguridad social por presentar una imagen cuantitativa objetiva y veraz del complejo mundo de la seguridad social, con un trabajo que yo definiría como una auténtica mediación cultural entre datos y política. Frente a un panorama multifacético y a análisis prospectivos no siempre orgánicos, el presupuesto elaborado por Itinerari Previdenziale representa hoy una valiosa herramienta de evaluación. Aquí encontramos, en un solo documento, una visión de conjunto que insiste en particular en las fuentes y la sostenibilidad de la financiación del sistema de seguridad social.

Como cada año, el panorama que nos ofrece el Informe está caracterizado por luces y sombras. Como optimista siempre prefiero empezar con las malas noticias. Sin duda, el hecho más inquietante que destaca el Informe se refiere a la explosión del gasto social. Un hecho, me gustaría subrayar, que en sí mismo no representaría una novedad absoluta, pero que es preocupante por dos razones: por la dinámica que se acelera rápidamente, y porque está totalmente ausente del debate público, que se centra en su totalidad en la tema de pensiones.

Por tanto, esta parte podría resumirse diciendo que si existe una emergencia de seguridad social, no es del todo correcto identificarla con una emergencia de pensiones, especialmente cuando, como hace el Informe, se hace una comparación correcta con la situación de otros países europeos.

Así que aquí vienen las buenas noticias:

  1. Tras el paréntesis de la pandemia, se reanuda la mejora de la ratio activos/pensionados, que ha alcanzado el 1,44 (esto se destaca en el Cuadro 6.1 de la página 111). Aún no se ha alcanzado el máximo prepandemia (1,46), lo que la seguridad social destacó como el umbral de seguridad (1,5), pero las perspectivas de este indicador fundamental de la estabilidad del sistema son tranquilizadoras de crecimiento;
  2. aumenta la tasa de empleo y con ello los ingresos por cotizaciones;
  3. mejora el equilibrio entre ingresos y servicios, y el déficit del sistema, que baja en casi 7.000 millones frente a los 30.000 millones del año pasado.

Por el lado de los bancos privatizados, el más relevante para la Comisión que tengo el honor de presidir, hay un número sustancialmente estable de miembros, respecto al año anterior, y situaciones de equilibrio financiero, con excedentes de explotación en un contexto en el que los bancos han demostrado en general su capacidad para implementar un "bienestar integrado" y han mostrado una propensión a desempeñar el papel de inversores institucionales y contribuir al desarrollo de la economía real del país.

Sin embargo, incluso estas noticias relativamente buenas deben contextualizarse a la luz de la "gran transición demográfica". Un tema en el que el informe insiste mucho y que está representado de forma plástica en el gráfico 6.1 de la p. 122

que ilustra las "grandes jubilaciones" a través del tamaño de las cohortes de los "baby boomers": la ola de estos últimos aún no ha terminado, y el informe indica la necesidad de tomar precauciones para evitar el "sutil equilibrio" en el que se sostiene el sistema está comprometido.

La transición demográfica está en la vida de cada uno de nosotros, de mí, que a mis sesenta y un años no tengo nietos, habiendo sido nieto de un abuelo entonces más joven que hoy (pero también de un abuelo que murió más joven que yo, así que no me quejo). Un destino que, imagino, comparten también muchos de ustedes y que se expresa en las estadísticas efectivamente resumidas en el informe.

Como viejo macroeconomista, quisiera añadir un elemento de análisis, que me gustaría proponer como investigación específica a la Comisión de Órganos Gestores: además del invierno demográfico, hay que tener en cuenta el invierno macroeconómico, no sólo y no tanto para llorar por la leche derramada, sino para evaluar correctamente la eficacia de las intervenciones reformistas anteriores, con el fin de orientar mejor una posible "obra de reforma", para encontrar si no la brújula que espera el profesor Brambilla, al menos su aguja. Lo diré de otra manera, haciendo referencia a la interesante aportación del prof. Brunetta, que articuló su audiencia en la Comisión de Órganos de Gestión sobre el tema de la necesidad perenne de intervenciones reformistas en el sistema de seguridad social italiano: tiene sentido preguntarse si esta repetida necesidad de correcciones depende sólo del hecho de que las reformas anteriores fueron de alguna manera mal, o si tal vez la necesidad de corregir el objetivo dependía de otros hechos, imprevistos e imprevisibles por el reformador.

En otras ocasiones he recordado que según el FMI, el PIB real, liberado de los efectos de la inflación, en nuestro país volverá al valor anterior a la crisis financiera mundial (el valor de 2007) en dos años, en 2026. Esperamos que acortar estos tiempos: para adelantarlos un año, hasta 2025, sería necesario crecer al 1% en los próximos dos años, para adelantarlos dos años, hasta 2024, sería necesario crecer un 2% % el próximo año.

Unos objetivos que en el contexto macroeconómico actual resultan tremendamente ambiciosos. Para dar un término de comparación, Francia y Alemania volvieron en 2011 al volumen del PIB de 2007 (superándolo). Cuatro años de arresto del sistema contra19.

La situación no es muy diferente si analizamos la dinámica del PIB nominal, es decir, el valor de la producción, que por definición también tiene en cuenta la evolución de los precios, y que es con el que se calculan los ratios de las distintas cantidades financieras.

En este caso el pico antes de la crisis se alcanzó en 2008, pero mientras Alemania y Francia volvieron a ese valor ya en 2010, Italia no lo alcanzó hasta 2015. Siete años de estancamiento del PIB nominal frente a los dos de Francia y Alemania. También podemos leer a la luz de esta desastrosa anomalía el paso en la relación entre el gasto en pensiones y el PIB que se puede ver en la figura 1.4 en la p. 20 del informe anterior :

un paso que dura toda la fase de detención del PIB nominal y se estabiliza cuando el PIB nominal se recupera débilmente.

Sería interesante comprobar si los escenarios de los distintos reformadores tuvieron en cuenta perspectivas tan catastróficas, que representan una anomalía absoluta en la historia del PIB de una Italia unida (incluidas las guerras mundiales):

(… nb: por el bien de mi país ni siquiera pensé en presentar el gráfico en escala logarítmica, pero como aquí hay paladares exigentes, se los mostraré:

y quién sabe si alguien sabe interpretarlo… ).

Esta parada absolutamente anómala del PIB tiene orígenes muy específicos, que se encuentran en las políticas de austeridad. Para dar algunos órdenes de magnitud, según la OCDE en 2018 las inversiones públicas estuvieron 30 mil millones por debajo de su tendencia tendencial. Desde 2020, la suspensión de las reglas les ha permitido acercarse a su tendencia, pero en 2022 todavía estaban 20 mil millones por debajo de su trayectoria histórica.

El Informe, con razón, fotografía lo que existe y no se aventura en contrafácticos, que sin embargo pueden ser útiles para quienes quieran evaluar ex post la validez de las intervenciones de reforma.

Si el PIB nominal se hubiera mantenido en su tendencia:

(al igual que el PIB de nuestros principales socios europeos) en 2022 habría sido alrededor de un 20% más alto:

y por lo tanto los ratios respecto al PIB, ceteris paribus, son proporcionalmente más bajos. Yendo a la Tabla 6.4 en la página 116:

esto significa que en 2022 la relación entre gasto en pensiones y PIB, en lugar de 12,97%, habría sido 10,36%, y neto de Gestión de Intervención Social e IRPEF la misma relación, en lugar de 8,6% habría sido 6,9%.

En resumen, debemos preguntarnos seriamente en qué medida la sostenibilidad de las finanzas públicas, en un sentido amplio, y en particular la del sistema público de seguridad social, se ha visto comprometida precisamente por aquellas intervenciones que pretendían protegerlas, en qué medida La adecuación de las pensiones futuras se ha visto socavada por intervenciones implementadas en nombre de las generaciones futuras, y que hoy en día se consideran generalmente erróneas.

¡Las opiniones cambian, pero los escombros permanecen!

Subrayo esto para llamar la atención de una audiencia tan calificada sobre la que creo que es la más urgente de las diversas emergencias nacionales que deben resolverse. La atención a la demografía y a la tasa de natalidad es ciertamente encomiable y está bien dirigida, pero una mayor sostenibilidad de la gestión de la seguridad social no sólo se logra dando al país hijos propios o ajenos, sino también, y quizás sobre todo, dándole inversiones, es decir, crecimiento, es decir, estabilidad de las trayectorias profesionales individuales, es decir, una posibilidad concreta de realizar las propias aspiraciones de paternidad, es decir, ¡cuidado!, menor gasto en intervenciones sociales y mayores ingresos fiscales y de seguridad social.

Digo esto no para menospreciar sino para realzar las propuestas del Informe cuyas sabias propuestas se verían frustradas si en un contexto de crisis se implementaran políticas procíclicas cuyos efectos he tratado de ayudarles a cuantificar.

(… en realidad me fui por la casualidad, así que si quieres que se pronuncien las palabras exactas, puedes encontrarlas aquí:

y si tu corazón aguanta -u otro órgano interno de tu elección- también podrás seguir todo el evento en la web TV de la Cámara .

Confieso que ya estaba pensando en las próximas citas: en la embajada de la India, donde me encontré inesperadamente con uno de ustedes, que debía haberme visto bastante cansado, y luego en una cena de negocios, donde llegué aún más cansado, pero Confía bastante en aquellos que leen habitualmente y no parecen una vaca, etc.:


y el problema es que, sobre todo, la intervención del venerable -a su manera- colega Tabacci, por quien siento simpatía, fue objeto de complacidos gestos de asentimiento por parte de un público que creo que realmente no entendió lo que le dije. Tal vez no sea fácil de explicar, o no soy capaz de hacerlo, o el horror de habernos hecho a nosotros mismos en tiempos de paz algo dos veces más grave que lo que nos hicimos en la última guerra es tal que exige instinto de supervivencia una eliminación psicoanalítica inmediata. Nadie quiere ver la tumba que nos hemos cavado, para nada, en la serie del PIB: les muestras que se han fumado el 20% del PIB nominal, y te hablan también de Idraulik y el estanco escalable, y al público respetuoso asiente, tal vez porque se encuentra en un terreno familiar, en el estiércol que los operadores de información le alimentan cada día, a aquellos tan ávidos de perseguir
usque ad effusionem alieni sanguinis las fake news, porque el estiércol apesta, sí, pero tú acostumbrarse y al final su tiempo es cómodo.

Nunca lo entenderán y, por lo tanto, nunca nos ayudarán a salir de esto.

Por tanto, no saldremos de esto de forma no traumática, pero a medida que me hago mayor, también veo que empiezo a repetirme, porque siempre os lo he dicho, mientras que a medida que vais madurando, quizás empezéis a entenderlo, y a su vez eliminar este horror, y los horrores naturaliter resultantes de él …).


Esta es una traducción automática de una publicación escrita por Alberto Bagnai y publicada en Goofynomics en la URL https://goofynomics.blogspot.com/2024/01/austerita-e-sostenibilita-del-sistema.html el Tue, 16 Jan 2024 22:52:00 +0000. Algunos derechos reservados bajo la licencia CC BY-NC-ND 3.0.