Según la investigación de Rasmussen , casi la mitad de los estadounidenses cree que las vacunas contra el COVID-19 pueden ser responsables de muchas muertes inexplicables, y más de una cuarta parte dice que alguien que conocen podría estar entre las víctimas.
La última encuesta telefónica y en línea de Rasmussen Reports revela que el 49 % de los adultos estadounidenses cree que es probable que los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19 hayan causado una cantidad significativa de muertes sin explicación, incluido el 28 % que cree que es muy probable. El 37% no cree que una cantidad significativa de muertes haya sido causada por efectos secundarios de la vacuna, incluido el 17% que cree que es poco probable. Otro 14% no está seguro o no sabe.
Aún más, el 28 % de los adultos dice conocer personalmente a alguien cuya muerte pudo haber sido causada por los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19, mientras que el 61 % no lo sabe y otro 10 % no está seguro.
Para dar un ejemplo de lo generalizado que está este pensamiento en los EE. UU., el documental Murió repentinamente ha sido criticado por promover teorías de conspiración antivacunas "desacreditadas", pero ha sido visto por aproximadamente 15 millones de personas.
El 48 % de los estadounidenses cree que existen razones legítimas para preocuparse por la seguridad de las vacunas contra el COVID-19, mientras que el 37 % cree que las personas que se preocupan por la seguridad de las vacunas están difundiendo teorías de conspiración. Otro 15% no está seguro. Queriendo sacar una conclusión, son más los conspiradores que los demás….
La encuesta de 1000 adultos estadounidenses fue realizada del 28 al 30 de diciembre de 2022 por Rasmussen Reports. El margen de error de muestreo es de +/- 3 puntos porcentuales con un nivel de confianza del 95 %. El trabajo de campo para todas las encuestas de Rasmussen Reports lo realiza Pulse Opinion Research, LLC. Ver metodología.
El 71% informa haber recibido la vacuna contra el COVID-19, mientras que el 26% no la ha recibido. Las preocupaciones sobre la seguridad de las vacunas son mucho mayores entre los no vacunados.
El 77% de los adultos que no han recibido la vacuna contra el COVID-19 creen que es, al menos parcialmente, probable que los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19 hayan causado una cantidad significativa de muertes sin explicación. Entre los que se han vacunado, solo el 38% cree que las muertes inexplicables debidas a la vacuna son al menos parcialmente probables.
De manera similar, mientras que el 45 % de los que no han sido vacunados contra el COVID-19 piensan que alguien que conocen puede haber muerto a causa de los efectos secundarios de la vacuna, solo el 22 % de los adultos vacunados lo creen así.
El 46 % de los adultos que han sido vacunados contra el COVID-19 creen que las personas que se preocupan por la seguridad de las vacunas difunden teorías de conspiración, pero solo el 15 % de las personas no vacunadas comparten esta creencia. El 69 % de los que no se han vacunado contra la COVID-19 cree que hay motivos legítimos para preocuparse por la seguridad de las vacunas contra la COVID-19, al igual que el 40 % de los que se han vacunado contra el virus.
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