China parece tener problemas para lidiar con una nueva ola de Covid-19 mutado, según las últimas noticias. La AP informa que los residentes de la ciudad de GuangZhou en el sur de China ya no podrán irse a menos que demuestren que es absolutamente necesario hacerlo, tras un brote de COVID-19 que ha enfermado a muchos núcleos de población en los últimos días.
Según las autoridades locales, cualquier persona que quiera permiso para salir debe presentar una prueba negativa para el virus realizada en los 2 días anteriores, según las normas emitidas por el gobierno de la ciudad que entrarán en vigencia el lunes. La misma regla se aplica a cualquiera que intente salir de la provincia circundante de Guangdong.
La ciudad también está limitando las comidas en interiores, realizando pruebas masivas y prohibiendo a los residentes en vecindarios de alto riesgo abandonar sus hogares, tal como sucedió en las primeras etapas de Wuhan. Se han cerrado por completo al menos dos distritos de la ciudad de 18 millones de habitantes. Y a todos los residentes que viajaron por los distritos de Nansha, Huadu y Conghua de la ciudad se les ordenó hacerse la prueba de COVID de inmediato. Reuters agregó que las autoridades de Nansha también han ordenado a los restaurantes que dejen de ofrecer servicios de alimentos y han pedido a los gimnasios, piscinas y otros lugares públicos que dejen de operar temporalmente.
Mientras tanto, también se han cerrado una docena de paradas de metro en toda la ciudad.
Se cree que la variante que causa el brote de Guangzhou (la cepa "delta" que se identificó por primera vez en la India y desde entonces se ha extendido a los Estados Unidos, Europa y Asia) es más infecciosa porque quienes la portan más lentamente muestran síntomas a medida que avanzan. emiten más partículas de virus.
Y aunque Guangzhou no ha reportado ninguna muerte por el brote, al menos oficialmente, la ciudad ha reportado cuatro casos más transmitidos localmente en las 24 horas hasta el lunes por la mañana, elevando su total reciente a más de 100 casos desde el 21 de mayo.
A nivel nacional, el CCP se está enfocando en inocular vacunas COVID-19 a un grupo de pacientes cada vez más joven. El lunes, el gobierno reveló que había autorizado el uso de emergencia de una de las vacunas desarrolladas en China, CoronaVac, para niños de entre 3 y 17 años. La vacuna Coronavac es fabricada por la compañía farmacéutica Sinovac Biotech con sede en Beijing. Los datos del estudio muestran que la vacuna resultó ser 51% efectiva contra la enfermedad sintomática y 100% efectiva en la prevención de COVID-19 severo y hospitalización en adultos de 18 años o más, una cobertura que, en este momento, no parece suficiente.
Lo preocupante es más que nada la reacción del gobierno ante un virus que ahora se conoce y que, en teoría, no ha cobrado víctimas. ¿Estamos seguros de que las cosas son exactamente como dicen?
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