Elon Musk tomó la peor decisión financiera de su vida al comprar Twitter

La compra de Twitter, ahora conocida como X, por parte de Elon Musk puede ser el mayor error financiero que jamás haya cometido.

El acuerdo, que se cerró el 27 de octubre de 2022, se produjo después de un caótico proceso de negociación que terminó en una demanda que obligó a Elon a seguir adelante con la adquisición.

La estructura y el momento de todo esto han llevado a muchos a llamarla una de las peores compras apalancadas de los últimos tiempos.

Problemas de deuda e ingresos

Elon utilizó 31.000 millones de dólares de su propio dinero para comprar Twitter, mientras que el resto lo pidió prestado a varios bancos, y no fue más que problemas.

Se espera que sólo los intereses superen los mil millones de dólares al año. Esa es una carga enorme, especialmente si se considera que los ingresos proyectados de Twitter en Estados Unidos para 2024 son sólo de unos 600 millones de dólares.

Esto significa que la plataforma ni siquiera puede cubrir sus obligaciones de deuda.

La tensión de esta deuda también ha afectado a Tesla. Verá, a sus accionistas les preocupa que Elon tenga que vender sus acciones de Tesla, potencialmente por entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, para cubrir las pérdidas de Twitter.

Esto añadió presión sobre TSLA. La junta directiva no está nada contenta con Elon.

Repercusiones del acuerdo

Los bancos que ayudaron a Elon a financiar la compra de Twitter ahora están en problemas. No pudieron saldar la deuda como esperaban, quedando atrapados en un mal negocio.

Barclays, por ejemplo, ha visto duramente golpeado a su equipo de fusiones y adquisiciones, con una compensación anual recortada en un 40%.

Estas consecuencias financieras provocaron la salida masiva de directores ejecutivos del banco. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) también persigue a Elon por su conducta al comprar Twitter.

El regulador está examinando si Elon violó la ley al no revelar adecuadamente sus compras de acciones y si engañó al público con sus declaraciones sobre el acuerdo.

A principios de este año, un juez ordenó a Elon testificar como parte de esta investigación. La SEC afirma que el multimillonario evadió sus requisitos de testimonio.

Alegan que se saltó una sesión programada para el 10 de septiembre, diciendo que se suponía que estaría en un lanzamiento de SpaceX en la costa este, a pesar de que sabía sobre el lanzamiento con días de antelación.

Este cambio de último minuto le costó a la SEC miles de dólares y están enojados. Por eso están pidiendo al tribunal sanciones contra Elon si no se presenta a la nueva fecha de testimonio de octubre.

Metas nobles, dura realidad

Elon tiene este gran plan para convertir Twitter en una "aplicación para todo". Quiere convertirla en una plataforma que pueda hacer de todo. Redes sociales, pagos y más.

Pero esta visión no se tradujo en éxito financiero.

Elon dijo que compró Twitter para proteger la libertad de expresión y criticó a la administración anterior por no hacer lo suficiente en esa área.

Una vez dijo:

“No lo hice para ganar más dinero. Lo hice para intentar ayudar a la humanidad, que amo".

Quería que X fuera un “cuadrado digital” donde todos pudieran hablar libremente sin temor a la censura, manteniendo al mismo tiempo alguna forma de rendición de cuentas.

Pero Elon también tenía motivaciones empresariales. Vio potencial en Twitter y dijo:

"Creo que es un activo que ha languidecido durante mucho tiempo pero que tiene un potencial increíble".

Pensó que podía cambiar la situación, pero eso no sucedió. La plataforma ha seguido luchando y ahora, ¿quién sabe si la visión de Elon alguna vez se hará realidad?

Hay una delgada línea entre el optimismo y la decepción, y ahora mismo parece que Elon está siguiendo esa línea.

X también fue una forma de recuperar el control sobre su imagen pública.

Su comportamiento en las redes sociales ha sido, cuanto menos, controvertido, y comprar Twitter fue una forma de crear un entorno adecuado a su estilo de comunicación.

La batalla interminable de la SEC

En 2018, la SEC demandó a Elon por tuitear falsamente que tenía “financiamiento asegurado” para privatizar Tesla.

Esto terminó en un acuerdo, pero la mala sangre continúa hasta el día de hoy. El último documento decía:

"A pesar de este conocimiento previo, Elon no informó a la SEC de su intención de asistir al lanzamiento hasta tres horas antes de que comenzara su testimonio, y después de que la SEC gastara miles de dólares en llevar a tres abogados a Los Ángeles".

En última instancia, la adquisición de Twitter por parte de Elon fue un desastre colosal, financiera y legalmente. Se enfrenta a una enorme deuda, una disminución de los ingresos y un creciente escrutinio por parte de los reguladores.

Y tal como están las cosas, no parece que su visión de X vaya a salvar el día. En cambio, podría ser su perdición.